Geronimo "MOMO" Venegas

sábado, 22 de junio de 2013

Momo Venegas: “Si larga Massa es el fin del kirchnerismo”

El sindicalista aseguró que con el intendente de Tigre estaría garantizado su triunfo en la provincia de Buenos Aires.
El jefe de la Unión Argentina de Trabajadores y Estibadores Rurales (UATRE), Gerónimo “Momo” Venegas, aseguró hoy que el intendente de Tigre Sergio Massa “es la oportunidad de terminar con el kirchnerismo“.
Así lo aseguró esta mañana en diálogo con radio la Red, donde destacó que “Si lanza Massa es el fin del kirchnerismo”, en referencia a las elecciones legslativas de este año.
El gremialista dijo además que el frente que armó con Acción Ciudadana de Jorge Giorno y Confianza Pública de Graciela Ocaña y Daniel Amoroso, y de donde se bajó ayer como candidato Roberto Lavagna (uno de los que mejor imagen tienen en Capital junto a Gabriela Michetti, según diferentes encuestas).
Si Massa larga vamos a ir con Massa, quiere que estemos todos adentro, y sino con lista propia”. Y remarcó: “Si larga Massa tenemos garantizado el triunfo en la provincia de Buenos Aires, esto está re claro”.

domingo, 19 de mayo de 2013

La "lucha" asimétrica por el poder

Cuando arreciaba la lucha por el poder en la Europa del siglo XVI y la guerra entre Francia y España parecía inminente, el rey de España Carlos V procuró aliviar la tensión con el rey Francisco I de Francia mediante la siguiente ironía: "Pero si mi primo Francisco y yo pensamos lo mismo: ¡los dos queremos Milán!" Si Francisco y Carlos pensaban lo mismo, ¿por qué se iban a pelear? Precisamente porque pensaban lo mismo, entendiéndose aquí que "pensar" equivalía a "desear". Cuando dos partidos o dos poderosos personajes desean exactamente lo mismo y con igual empeño, ¿qué otra salida les queda sino luchar por aquello que desean? De alguna manera, se han puesto de acuerdo: a resultas de su "acuerdo" sólo uno de ellos prevalecerá, porque el poder no se comparte.
Este ejemplo histórico presume cierta "simetría" entre los bandos en pugna: son dos fuerzas equivalentes, cuyas intenciones son exactamente iguales. ¿Cómo analizar, empero, aquellas situaciones asimétricas en las cuales, si bien hay lucha, ella no se da de una manera tan "prolija" como la que venimos de rescatar de los anales de la historia? La lucha por el poder que hoy se desarrolla en la Argentina, ¿de qué clase es? ¿Simétrica o asimétrica?
Analicemos los bandos en pugna. Del lado del Gobierno, hay por lo pronto una "unidad de mando", en manos de Cristina. Esto pudo ser distinto si Néstor no hubiera muerto, ya que hasta su muerte prevaleció otra fórmula de poder que fue la llamada "alternancia conyugal" entre Néstor y Cristina, hasta que el destino le puso fin en octubre de 2010. Se podría suponer, aún, que a la muerte de Néstor la idea de una Argentina "republicana" recobraría fuerza en lugar de la Argentina "monárquica", dinástica, que encarnaban el presidente y su mujer. Mientras Néstor vivió, nuestro sistema de poder era en realidad una diarquía conyugal , destinada a renovarse cada cuatro años. Pero esta otra idea de un país que volvería a ser republicano a la muerte de Néstor no ha hecho otra cosa que debilitarse, mientras que el poder de Cristina sobre su partido y sobre el Estado ha crecido de manera incesante. Hoy domina el Congreso de una manera absoluta, es Presidenta hasta 2015 y no ha dado ningún signo de que su inclinación por el poder vaya a amainar. Lo que tenemos en la Argentina de hoy, al contrario de una república , es su opuesto, el Unicato , con el poder totalmente concentrado en la Presidenta. Un Unicato cuyo avance ya se cierne, incluso, sobre el Poder Judicial.
La Argentina ha pasado, bajo los Kirchner, por dos sistemas políticos: la "diarquía conyugal", hasta la muerte de Néstor en 2010, y el Unicato de Cristina, que reina todavía, hasta nuestros días. Ninguno de estos dos sistemas, por supuesto, es republicano. La pregunta que urge ahora en dirección de nuestro futuro político es la siguiente: ¿qué posibilidades le quedan, aún, a la república?
En tren de ser optimistas, no podría descartarse la posibilidad de que fuera la propia Cristina quien nos recondujera hacia la República. Esta sería la alternativa natural en una república, y si estuviéramos en cualquiera de nuestras naciones vecinas, ya fuera Brasil, Uruguay, Chile, Colombia, Perú o incluso Paraguay, ya estaría ocurriendo. Lo que llama la atención en nuestro caso es que si intención de la Presidenta fuera en verdad republicana, ya se habrían anticipado claramente las iniciativas "precompetitivas" con vistas a las elecciones presidenciales de 2015, que según la Constitución, ya no deberán tenerla por protagonista. Todo lo que escuchamos al respecto, sin embargo, del lado del Gobierno, es el ensordecedor ruido de un gran silencio. Si, por un momento, nos mantenemos aún bajo el manto del "optimismo republicano", ¿cuánto tendríamos que aguardar para que Cristina diera señales de vida en dirección de una Argentina que ya no la contaría más como presidenta?
Cabe entonces una segunda pregunta. En el caso de que Cristina contemplara seriamente la posibilidad de salirse del ruedo presidencial en 2015, que sería la salida más lógica para la alternativa republicana, ¿cuánto debería esperar para definirse por algún otro candidato? También a ella, en este caso, el tiempo se le va acortando. ¿O ya tiene, a lo mejor, un candidato in pectorepara sucederla, comenzando por su eminencia gris , el secretario de la Presidencia Carlos Zannini, y siguiendo por un par de nombres más que recién se asoman? Lo que sí parece seguro es que la designación de su presunto delfín quedaría, de ocurrir, en manos de la propia Cristina. Estas conjeturas, ¿son algo más que una expresión de deseos? Si la Presidenta optara finalmente por este camino nítidamente republicano se aliviaría nuestra tensión institucional, porque las opciones políticas resultantes ya no pondrían en peligro a la República, como todavía ocurre ahora.
A esta altura del comentario ya resulta más que evidente que la próxima elección presidencial no será una elección normal ni simétrica porque quedarán por resolver algunas cuestiones previas de gran significación, la primera de ellas si la Presidenta se resignará de buen grado a dejar el poder de aquí a dos años. En el caso de que no se resignara, ¿cuáles serían las alternativas que le quedarían de obtener el consenso de los argentinos hacia una eventual reforma constitucional, para la cual dos de cada tres ciudadanos ya le han dicho reiteradamente que no?
Es evidente que las cuestiones que tiene Cristina por delante son arduas y difíciles de resolver. Todo hubiera sido más fácil si ya no se empeñara, como todavía lo hace, en conducir al país hasta las mismas puertas de la transición en 2015. Quizá todo habría sido más fácil para la Presidenta, y también para los argentinos, si ella no se hubiera aferrado al poder como lo ha hecho, jugando a todo o nada, cuando el verdadero método republicano es aspirar a "algo" de poder por un tiempo limitado, compartiéndolo con los demás actores del juego político hasta lograr coincidencias duraderas a lo largo del tiempo. Quizá la obsesión por el poder que ha caracterizado al kirchnerismo, a la que se han sumado en los últimos tiempos las evidencias de una obsesión patológica por el dinero, le haya hecho perder de vista una virtud esencial de la vida política: la virtud de la moderación , la percepción del l í mite al que deberíamos sujetar nuestras pretensiones, a menos que, dejándonos llevar por una suerte de entusiasmo pueril, revistiéramos nuestras acciones de un fervor épico mal entendido.
Nos hemos extendido en las opciones que conserva Cristina a esta altura de los acontecimientos, pero cabría agregar que lo que le sobra al Gobierno en materia de ambición, le falta a los opositores en materia de buen sentido y de cohesión, ya que los excesos del oficialismo han sido posibles, al menos en parte, por la escasa resistencia que le ha ofrecido el segmento republicano, el segmento más sano de nuestra vida política y que sin embargo ha convertido a la Argentina, de este modo, en un caso alarmante de flaqueza republicana. Del lado del cristinismo, viene sobrando una ambición de poder que, si no la modera, nos volverá difícil el equilibrio republicano. Del lado de la oposición al cristinismo, viene faltando una cohesión recíproca como la que demuestra hoy, por ejemplo, la Venezuela de Capriles. Ni tanto ni tan poco. La república democrática es el arte de un equilibrio entre la ambición y la libertad que los argentinos, todavía, necesitamos desarrollar.

domingo, 12 de mayo de 2013

¨Los trabajadores tienen muy poco para festejar¨

 El secretario general de la UATRE, Gerónimo Venegas, dialogó sobre la importancia de esta fecha.


Se conmemora en casi todo el mundo el Día de los Trabajadores. Por ello, el secretario general de UATRE, Gerónimo “Momo” Venegas, envió un mensaje a todos sus representados en esta fecha. Si bien se mostró pesimista por la actual situación de los trabajadores en el país, llamó a “volver a la cultura del trabajo” y recordó sus comienzos como estibador e integrante de la seccional Necochea del gremio.
El “Momo” reflexionó sobre el significado que tiene este primero de mayo en la actual coyuntura del país: “Han cambiado los tiempos. Estamos en una situación donde los trabajadores tienen muy poco para festejar. Cuando el país estaba en otras condiciones, los trabajadores podían disfrutar, cuando eran beneficiados por la política del gobierno. La inflación, la falta de trabajo y la pobreza hicieron que esto cambie”.
Venegas dialogó antes de compartir un acto en Córdoba junto a otros referentes del peronismo antikirchnerista, como Hugo Moyano, José Manuel De la Sota y Francisco De Narváez. “Sabemos que esta difícil, que hay que seguir luchando. Hay que cambiar las políticas de Estado para cambiar la situación de los trabajadores”, opinó.
Luego, anunció que “los trabajadores vamos a luchar en estas elecciones”, y sobre los últimos encuentros con dirigentes de la oposición, afirmó: “Estas cosas hacen que nos hagan pensar a los argentinos que podemos trabajar en conjunto, diseñar una política distinta y trabajar con el potencial del  país”.
El mandamás de UATRE, uno de los sindicalistas más críticos-desde la primera hora- de las políticas oficiales, pidió además por el fin de los planes sociales: “En un país que tiene para generar pleno trabajo y beneficios para la gente, los planes sociales, en este gobierno o en cualquier otro, deberían ser para paliar la necesidad del momento, pero luego deberían desaparecer. La gente no quiere planes, quiere trabajo con salarios dignos poder sustentarse”.
“Tenemos que tener propuestas de desarrollo de crecimiento, para que los argentinos sepamos que otro país es posible. Hay que tener fe en nuestras convicciones y volver a la cultura del trabajo y la educación. Si generamos pleno empleo, la gente va a trabajar. Creo sinceramente este país se tiene que dar esa posibilidad, no a través de gente corrupta que usa el poder político para llenar sus bolsillos”, aseveró el sindicalista.
El “Momo” recordó además sus comienzos en el trabajo rural y en la UATRE: “Desde muy chico he trabajado en el campo, soy un estibador. En el gremio empecé a los 18 años a integrar la comisión de la seccional de Necochea. Nadie me ha regalado nada, hice lo que tenía que hacer una persona, trabajar, como decía Perón”.
Por último, dio un mensaje a todos sus representados, y a los trabajadores en general: “Que tengan fe a los trabajadores. Trabajen, que este año castiguemos con el voto a este gobierno. Desde Fe les deseamos un muy buen día a todos los trabajadores argentinos”.

miércoles, 1 de mayo de 2013

GERÓNIMO "MOMO" VENEGAS: "SOY UN PERSEGUIDO POLÍTICO DEL GOBIERNO"

Gerónimo "Momo" Venegas.
A pocos días de encabezar el lanzamiento del partido FE, el sindicalista Gerónimo "Momo" Venegas, volvió a disparar contra el Gobierno y opinó que de avanzar el paquete de leyes que integran la llamada "democratización" de la Justicia "se terminan las libertades individuales".
 



A pocos días de encabezar el lanzamiento del partido FE, el sindicalista Gerónimo "Momo" Venegas, volvió a disparar contra el Gobierno y opinó que de avanzar el paquete de leyes que integran la llamada "democratización" de la Justicia "se terminan las libertades individuales".
"La gente está pidiendo que la oposición se una, este Gobierno nos va a llevar puesto a todos", lanzó en diálogo con TN el secretario general de la Unión Argentina de Trabajadores Rurales y Estibadores (Uatre). Y en esa línea pidió "dejar de lado las ideologías para juntarnos en una mesa a diagramar políticas para contener el Gobierno".
"Hasta el día de hoy soy un perseguido político del Gobierno", fustigó Venegas. Y prosiguió: "El Gobierno lo ninguneaba a Perón, pero Perón después de 17 años de exilio vino y volvió a ganar las elecciones".
Asimismo, el sindicalista se expidió sobre el avance de la reforma judicial y sostuvo: "Este paquete de leyes que ha llevado adelante el Gobierno, si llega a avanzar se terminan las libertades individuales, la libertad de expresión". "A este Gobierno lo único que le interesa es recaudar para darle de comer a este monstruoso presupuesto", completó.

DEBEMOS IMPEDIR QUE EL GOBIERNO SIGA AVASALLANDO LA DEMOCRACIA

Ante el avance oficial para la sanción de la reforma judicial, el Presidente Nacional del Partido FE, Gerónimo “Momo” Venegas, expresó su preocupación sobre el tema.
“Hacer una ley partidaria para la Justicia y no oponerse a lo que hace el Gobierno, es permitirle que siga avasallando la democracia del país. El Gobierno Nacional busca con estas modificaciones la concentración del poder, siendo un mecanismo infalible para dejar impune la corrupción de sus funcionarios”, sentenció Venegas.
Respecto a la sesión de diputados del día de mañana, proclamó: “Aquellos diputados que levanten la mano para aprobar este paquete de leyes que tienden a subordinar a la justicia, van en contra de todos los argentinos, por lo tanto, quedarán marcados en la historia del país como traidores a la Patria”.
En cuanto a la situación actual de las instituciones, Gerónimo Venegas sostuvo: “Los argentinos tenemos que decir basta a los atropellos y a la destrucción de las instituciones. Sin Justicia independiente no hay libertad ni derechos para los ciudadanos”.
“La Presidenta ha dejado en claro que van por todo y que quiere dominar la Justicia, y nosotros vamos a ser la garantía del límite democrático al autoritarismo gubernamental”, agregó el Presidente del Partido FE.
Venegas invitó a participar de la marcha que se llevará a cabo mañana miércoles a las 18:00 hs. en Hipólito Yrigoyen y la Av. Entre Ríos, y aseguró: “Estaremos acompañando el reclamo de todos los ciudadanos y haremos sentir nuestro descontento sosteniendo la bandera de No a la Impunidad”.

jueves, 25 de abril de 2013


Cambiar para que lo importante no cambie

(La Nacion - Joaquin Morales Sola)

e devolvieron el dinero a la Corte Suprema, pero se preparan para sacarle la independencia al Poder Judicial. Presionada por una sociedad indignada ante la inminencia de un golpe fulminante a la Justicia y temerosa ante una eventual sangría de votos propios en la Cámara de Diputados, Cristina Kirchner ordenó ayer cambiar algo para que no cambie nada. Seguirá adelante con la cooptación definitiva del Consejo de la Magistratura, el organismo que nombra y destituye a los jueces; no modificará la esencia de la virtual eliminación de las medidas cautelares, e insistirá en la creación de las cámaras de casación que alargarán hasta la eternidad los juicios de jubilados y trabajadores, por ejemplo. 
El Gobierno se debatía cerca de una derrota política, aunque el Parlamento le apruebe las leyes. Gran parte de las multitudinarias manifestaciones de la semana pasada reclamó por la independencia de la Justicia. Varios diputados, que no pertenecen al corazón del kirchnerismo, pero que votan con él, buscaban la forma de tomar distancia de la "democratización" de la Justicia.
La aprobación de la llamada "reforma judicial", un eufemismo para encubrir la destitución del Poder Judicial, enfrentaría al Gobierno con amplios sectores sociales. Una eventual falta de quórum o una incierta derrota en Diputados debilitaría aún más al gobierno de Cristina Kirchner, siempre dispuesto a aplicarles a los legisladores una disciplina castrense.
Ligero para pescar las oportunidades que pasan distraídas, el cristinismo descubrió una verdad revelada, casi una inspiración mística, en una carta de los presidentes de todas las cámaras federales del país. La Corte Suprema de Justicia le había trasladado a la Cámara de Diputados esa carta, que advertía sobre la eventual parálisis de la Justicia si el presupuesto judicial fuera controlado en el futuro por el Consejo de la Magistratura.
También pedían que los jueces pudieran designar a sus funcionarios de confianza o más cercanos. Una acordada de la Corte Suprema de Justicia podría haber tumbado esas resoluciones sobre los recursos judiciales sin necesidad de un juicio previo. Cristina fue advertida de esa posibilidad, tal vez desde algún despacho de la Corte Suprema.
Pero, ¿no eran hasta anteayer esos jueces federales las expresiones más cabales de la "corporación judicial"? ¿No fue, acaso, una cámara federal, la Civil y Comercial, la que declaró hace una semana la inconstitucionalidad de los artículos de la ley de medios que desguazaban al Grupo Clarín? ¿Cómo todos esos jueces, tachados de "ilegítimos" y "corporativos", se convirtieron en próceres cristinistas con una velocidad propia de la luz? Podrán decirse muchas cosas del cristinismo, salvo que no sabe dar saltos mortales entre sus verdades y las contrarias.
Esas concesiones a la Corte Suprema sobre el manejo presupuestario y a los jueces sobre el manejo de su personal podrían haber cambiado la relación de fuerzas en la Cámara de Diputados. "Son unos hipócritas", estalló ayer el diputado y ex juez Ricardo Gil Lavedra.
Lo cierto es que muchos diputados que vacilaban entre sus convicciones y sus intereses habían encontrado, por fin, un discurso para saltar de las convicciones a los intereses. ¿Serán suficientes? La moneda está en el aire, pero el Gobierno había logrado cambiar el eje de una discusión que venía encerrada y escéptica para el propio oficialismo. La cima más difícil de alcanzar eran los 129 diputados necesarios para aprobar las modificaciones del Consejo de la Magistratura. Anoche, el Gobierno contabilizaba 125, pero todavía tiene varias horas por delante y una inagotable capacidad de maniobra.
¿Por qué la Corte Suprema encogió sus reclamos a los planteos meramente administrativos? De alguna manera, lo explicaron el presidente y la vicepresidenta del tribunal, Ricardo Lorenzetti y Elena Highton de Nolasco, en su carta a la Cámara de Diputados que dio traslado a las quejas de la cámaras federales. Los otros temas de la reforma judicial, los que verdaderamente importan sobre la independencia del Poder Judicial, serán motivo de procesos judiciales sobre su presunta inconstitucionalidad.
Si los jueces se pronunciaran ahora sobre esos asuntos, estarían prejuzgando y, por lo tanto, colocándose al borde de la recusación. La administración del dinero de la Justicia y del personal de mayor confianza de los jueces son temas cruciales para la gestión de los magistrados, es cierto, pero no son los que más agravian la independencia de la Justicia.
Las huellas del agravio ya existen. Las dejó la procuradora general de la Nación, la cristinista Alejandra Gils Carbó, que es la jefa de los fiscales. Es cierto que su fervor militante ha devastado su prestigio en la Justicia. Hace poco, hubo por primera vez en la historia una marcha de empleados judiciales sobre las oficinas de Gils Carbó, una elegante casona en la calle Guido al 1500.
Convertida en líder de facto de Justicia Legítima, la jefa de los fiscales atravesó un mal momento con las reformas a la Justicia. El Gobierno la ignoró. En el acto en el que Cristina Kirchner presentó esos cambios, Gils Carbó fue condenada a sentarse entre los aplaudidores habituales de la jefa del Estado. Ningún lugar especial para su importancia institucional.
La contradicción, cuando no la directa violación de la ley, parecen ser la norma de Gils Carbó. El caso merece ser tenido en cuenta, porque la militancia oficialista de la procuradora sería un anticipo del futuro. Desde Justicia Legítima reclamó concursos para todo el mundo judicial. Como jefa de los fiscales, maniobró para que sus empleados no estén sometidos a concursos. Más aún: nombró a su secretaria como fiscal. Hizo lo mismo con amigos que no son fiscales y echó a fiscales de carrera porque no pensaban como ella.
Ayer, el senador radical Jorge Cimadevilla denunció penalmente a Gils Carbó por haber violado la ley de Ministerio Público y por haber nombrado a personas que no estaban en condiciones de ser nombradas en la administración de justicia. La jefa de los fiscales creó una unidad contra el lavado que depende de ella, Proselac se llama, con fiscales que no son fiscales. Puso al frente de la unidad a Carlos Gonella, que cumplía funciones en Córdoba como fiscal subrogante. Gonella tiene una relación casi familiar con el poderoso secretario legal y técnico de la presidencia, Carlos Zannini, el interlocutor habitual de Gils Carbó. "Recibe órdenes directas de Zannini", cuentan en las propias oficinas de Gils Carbó.
El caso de esa unidad contra el lavado podría terminar con juicios anulados. Los fiscales nombrados como corresponde son los únicos que pueden llevar adelante una investigación y la posterior acusación en sede judicial.
Gils Carbó no es sólo Gils Carbó. Ella representa una manera muy distinta de entender el orden político vigente, que lo cambia radicalmente. El hecho de que el proyecto que podría sancionarse hoy en Diputados contemple la elección popular de los miembros del Consejo de la Magistratura para el mismo día en que se elige presidente de la Nación es la exaltación del poder absoluto de las mayorías. No es el único proyecto en esa dirección, pero es el más emblemático. Sería el fin del derecho de las minorías, del juicio imparcial y de las libertades personales y colectivas.